domingo, 23 de agosto de 2009

Rumble in the jungle


Desde niño una de mis grandes pasiones ha sido el boxeo. Le debo esa afición a mi padre, que desde muy pequeño me hablaba de combates históricos y de boxeadores de leyenda. Mi madre le reprochaba que me despertase en medio del madrugada para sentarnos juntos delante de la tele y disfrutar del par de minutos que nos regalaba Mike Tyson antes de que su contrincante desfalleciera en la lona con dos directos demoledores, el hígado machacado y buscando una imposible bocanada de aire desesperadamente. Y en medio, me hablaba de “Mano de piedra” Durán, de Pedro Carrasco, de Urtain, de Sugar Ray Leonard y sus golpes de terciopelo; un boxeador menudo y elegante, que agotaba a su rival manteniendo distancias como si en su zurda blandiera un martillo con el que golpeaba una y otra vez la cara del aspirante para luego soltar un prodigioso gancho de derecha más rápido que el ojo humano que lo mandaba a dormir en la lona de Caesars Palace de Las Vegas. Pero mi padre, como todo amante del boxeo, admiraba a Muhammad Ali. En mi casa, enmarcado y colgando de una pared,todavía hoy,tengo una foto suya, desafiando a Sonny Liston, el gran campeón, al que tumbó a la ed ad de dieciocho años… y ahí comenzó la leyenda.

Altivo, guapo, inteligente, bocazas, mujeriego, endiabladamente rápido, rebelde (le despojaron del título mundial de los pesos pesados en 1967 por negarse a ir a la guerra de Vietnam – no tengo nada contra esos del VietCong, no me han hecho nada; dijo a los micrófonos-. Pero en 1974 Don King, el hacedor de eventos pugilísticos más grandes de la historia, se llevó a Ali a Kinshasa, en Zaire, para enfrentarse a la sensación del momento: un campeón del mundo rocoso de 24 años, de temida pegada y que llegaba a Zaire con un record de cuarenta victorias; George Foreman. En el Zaire del sanguinario dictador Mobutu se celebró la que se ha denominado- con el permiso de Joe Frazier y sus tres míticos combates contra Ali- el combate más grande de la historia: el” Rumble in the Jungle”. La gente de Kinshasa se alió con Ali, el gran campeón negro, y veían a Foreman, también negro, como “el otro”, un enemigo. No gozaba del carisma de Ali; ni de su simpatía,; ni su atractivo.

Durante ocho asaltos, Alí se apoyó en las cuerdas, haciendo del rincón su fortín ante la avalancha de golpes que metía una y otra vez Foreman; una lluvia de golpes que hubiera noqueado a cualquiera. Se movía por el ring y obligaba a Foreman a seguirle con pesados pasos de momia- como Ali se refería a su contrincante, “La Momia”. Y Foreman golpeaba, una y otra vez, y con tanta rabia que los golpes al aire se repetían y desgastaban al púgil. El árbitro tenía que separar incontadas veces los cuerpos exhaustos de ambos. Ali seguía balanceándose en las cuerdas; agarrando a Foreman por la cabeza y diciéndole al oído “¿eso es todo lo que sabes hacer?, “hasta una niña pega más fuerte que tú”. Era una locura. Foreman tenía 24 años y una enorme forma física; y Ali con 33, se estaba exponiendo a una brutal paliza que estoicamente soportaba ayudándose del soporte que le ofrecían las dieciséis cuerdas. Y en el octavo asalto, con un George Foreman visiblemente agotado de pegar y pegar y pegar, arrastrando sus piernas por el ring y lanzando golpes que le costaba un mundo sacarlos… Ali se lo quita de encima con un gancho de derecha, y con uno, dos, tres directos a la cara de Foreman consigue que el campeón se pasee delante de su cara, perdido, con la guardia baja y las piernas como atadas con plomos. Ali lo observa con la derecha preparada y no se atreve a rematar, como si no se atreviese a manchar con un último e innecesario brochazo un hermoso cuadro.

Se ha escrito mucho sobre aquellos días en Zaire, pero sin duda la crónica que redactó Norman Mailer es como revivir aquel combate. Mailer escribió con la misma maestría sobre las tres citas de Frazier y Ali, pero en “El Combate” consiguió un relato periodístico de tal viveza que lo ubica en la misma leyenda que la “Lucha en la jungla”. Más tarde vendría el documental “When we were kings”, de 1997 en el que durante una hora y media se reviven los días previos al gran combate y se puede disfrutar de la velada comentada entre otros por Norman Mailer.

Extracto de El Combate, de Mailer: "Estaba solo en el ring, el aspirante retando al campeón, el príncipe en espera del pretendiente, y a diferencia de otros boxeadores que languidecen en los largos minutos previos a la aparición del poseedor del título, Alí parecía disfrutar como un rey en su indiscutida posesión del espacio. No sólo no parecía tener miedo, sino que daba la impresión de estar al borde mismo de la felicidad, como si la disciplina de pasar dos mil noches durmiendo sin su título, después de que se lo arrebataran sin haber perdido un combate -que para un boxeador es sin duda una frustración equivalente al impacto que provocaría escribir 'Adiós a las armas' y no poder publicarlo-, hubiera sido una prueba bíblica de siete años al final de la cual llegara con lo fundamental de su honor, su talento y su deseo de grandeza intacto y radiante. El cuerpo le brillaba como los flancos de un pura sangre. Parecía completamente listo para pelear con el hombre más fuerte y más cruel que se viera en muchos años en los círculos de la categoría de peso pesado..."

"Nuevamente se movieron a través de invisibles fuerzas de atracción y de repulsión, lanzándose hacia delante, deslizándose hacia un lado, levantando la cabeza, tratando cada uno de transmitir al otro una sensación de pánico, dos hombres enormes, rápidos como pumas y tensos como tigres, de cuyos movimientos saltaban chispas. Ali volvió a pegar, un directo de izquierda y luego un directo de derecha. Foreman respondió como un toro. Se lanzó rugiendo hacia delante..."

R.M.V.


5 comentarios:

Mensy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mensy dijo...

Ya sé que para muchos el boxeo es considerado un arte,pero a mi no me atrae nada,o quizás no lo entienda,no lo veo como un deporte,mas bien lo veo como un espectáculo violento,el mismo que se puede ver hoy día en cualquier calle,bar,Senado.......... que ha perdurado a través de los siglos,pues ya se practicaba en los pueblos mesopotámicos hace unos 5000 años y luego tuvo gran divulgación en la Grecia antigua con los juegos olímpicos.................como muchas cosas en esta vida,lo que a unos les encanta y les apasiona,a otros nos horroriza..............................

karnak dijo...

El boxeo es un deporte de nenazas. Por eso usan guantes acolchados. Yo soy más de deportes para machos machos, como el badminton o el curling.
Pero hay que reconocer que este fue uno de los mejores combates de la historia.

Juan G. Marrero dijo...

<<...Rebelde (le despojaron del título mundial de los pesos pesados en 1967 por negarse a ir a la guerra de Vietnam – no tengo nada contra esos del VietCong, no me han hecho nada; dijo a los micrófonos...>>

¿Violento...?
Hemos nacido en LA NATURALEZA, no se puede ser contranatura...Si no sabes defenderte, te pueden aniquilar...Este gran boxedador se enfrentó siempre a grandes boxeadores como el...sólo conl os puños, sin navajas, sin pistolas, y DE FRENTE...

Modesto González dijo...

Recuerdo aquel documental que dejó un buen recuerdo en mi mente. No soy amante del boxeo pero la figura de Ali siempre me atrajo. Ahora es una de las figuras más importantes de su país y eso que se convirtió al islam. A parte, sufre Parkinson pero ahí sigue el hombre luchando contra la vida.